Se extiende a los pies de uno de los monumentos más importantes del Renacimiento español, el Convento de San Marcos, hoy Parador de Turismo, cuya imponente fachada plateresca es la protagonista indiscutible de la plaza.
El origen del edificio se remonta al siglo XII cuando se alzó un hospital para los peregrinos que realizaban el Camino de Santiago; también fue la residencia oficial de la Orden de Santiago en el Reino de León. Este primitivo edificio fue derribado debido a su mal estado y en el siglo XVI se inició la construcción actual que culminó en el siglo XVIII. El edificio ha tenido diversos usos a lo largo de los siglos: prisión, siendo uno de sus presos más ilustres Francisco de Quevedo, Escuela de Veterinaria, casa de misiones de la Compañía de Jesús, campo de concentración durante la Guerra Civil y la posguerra, cuartel de caballería…hasta llegar al actual, Parador de 5 estrellas Gran Lujo.
La plaza es uno de los puntos fundamentales de la ruta jacobea a su paso por la ciudad y es precisamente aquí donde confluyen dos caminos, el Francés hacia Santiago y el del Salvador hacia Oviedo. Un crucero levantado en el medio de la plaza con un peregrino a sus pies descansando sirve de homenaje a los miles de infatigables caminantes que atraviesan nuestra ciudad cada año en su periplo hacia la tumba del santo.