Enclavado en la Real Colegiata de San Isidoro, monumento románico indispensable para entender el desarrollo de este estilo en la península.
El Museo de la Real Colegiata de San Isidoro de León alberga en su interior el más extenso y mejor conservado conjunto de pinturas murales románicas de Europa, motivo por el cual se conoce al Panteón Real de San Isidoro como la “Capilla Sixtina del Románico”.
Tan singular espacio, único en el mundo, está complementado con una importantísima colección de piezas medievales conocidas como Tesoro de León entre las que, sin duda, destaca el Cáliz de doña Urraca. Además de ser una excepcional pieza de orfebrería medieval, reutiliza dos piezas de ágata romanas que una reciente investigación identifica con la copa venerada por los primeros cristianos en Jerusalén como la utilizada por Cristo en la Última Cena.
El Tesoro se completa con una colección de arquetas relicario entre las que resaltan por su importancia el Arca de los Marfiles (siglo XI), la Arqueta de Limoges (siglo XII) o la única pieza de origen vikingo que se conserva en España, el Idolillo Vikingo (siglo X).
La visita al museo incluye otros espacios del antiguo monasterio agustino, como la escalera renacentista de Juan de Ribero o el refectorio, lugares recientemente abiertos al público”.