Conserva la misma denominación que en siglo XIX. En la Edad Media era una plazuela, pero en el año 1447 se amplió hasta prácticamente los límites que tiene hoy. Se creó así un amplio espacio que se usó como mercado e, incluso, para corridas de toro. También se la conoce como plaza de la Catedral. A ella, como su propio nombre indica, se abre la Catedral junto con otros edificios de interés como la Antigua Casa de Correos y Telégrafos (hoy dependencias de la Diputación Provincial), obra del arquitecto Manuel de Cárdenas de 1911, el Seminario de San Froilán, obra neomudéjar del arquitecto Juan Bautista Lázaro del año 1896 y la Casa-Museo de Sierra Pambley.
En su día albergó la estatua de neoclásica de Neptuno, posteriormente trasladada a la Plaza Mayor y después a su actual emplazamiento en el parque de San Francisco. Este conjunto escultórico fue sustituido en 1927 por otra fuente, esta vez decorada con excelentes azulejos, que lleva la firma del taller de la Viuda de Zuloaga e Hijos, no de Daniel Zuloaga, que había fallecido en 1921. Fue en parte desmantelada en 1944, junto con los bancos que la acompañaban (depositados actualmente en la Residencia Virgen del Camino). No obstante, el vaso de la fuente quedó cubierto por unos de los parterres que se construyeron en ese momento, siendo recuperados sus restos en 1996 en el transcurso de las obras de urbanización llevadas a cabo en el entorno de la Catedral.