Pulmón del Barrio Romántico, el jardín del Cid es un reducto íntimo y recoleto cuajado de sauces y tilos que, con la llegada del estío, guarecen de sombra los lánguidos bancos de piedra.
Se inauguró en el mes de junio de 1972, dando forma a un tapiz de vida trazado sobre lo que fue, siglos atrás,convento de Agustinas Recoletas y posteriormente cuartel para el Regimiento de Burgos. El jardín se recuesta sobre algunos restos de la vetusta muralla y está presidido por un busto-medallón del poeta Rubén Darío, regalo del embajador de Nicaragua, además de otras imágenes que recuerdan a los músicos Ángel Barja y Felipe Magdaleno.