De estilo neorrománico. Su leyenda indica que fue construida sobre el solar de la casa del santo y mártir centurión romano de la Legio VII Gémina, San Marcelo. En un principio la capilla era de mayor tamaño, pero las sucesivas adaptaciones urbanísticas de la ciudad, y más concretamente la que tuvo lugar hacia 1885, por el arquitecto Demetrio de los Ríos, dio un considerable recorte a esta capilla, para dar lugar a la actual calle Ancha.
En ella se venera un Cristo de proporciones colosales que el Marqués de Lozoya cataloga como obra del siglo XII y Gómez-Moreno del XIII.