El convento de San Marcos es una de las grandes joyas de la arquitectura de la ciudad de León junto con la Catedral, la Basílica de San Isidoro o la Casa Botines. Se encuentra hoy convertido en Parador y es uno de los monumentos más importantes del Renacimiento Español.
Su fachada es una perla del plateresco español. Es de un solo lienzo con muro de dos cuerpos y dos pisos, rematado en crestería calada y candeleros. El primer cuerpo posee ventanas de medio punto y pilastras platerescas, el segundo balcones y columnas con balaustradas. En el zócalo se presenta medallones con personajes greco-latinos y de la Historia de España (Hércules, Príamo, Héctor, Alejandro Magno, Aníbal, Julio César, Trajano, Judith, Lucrecia, Isabel la Católica, Carlomagno, Bernardo del Carpio, el Cid, Fernando el Católico, Carlos I y Felipe II). En el sobre zócalo se representan cabezas de ángeles. La torre palaciega data del 1711 al 1714. Está decorada con cruz de Santiago y un León y presenta cuatro frisos con entablamento.
Tras la última reforma, el complejo hotelero cuenta con 51 habitaciones y diversos salones de eventos.