La Reina Brava es una sátira política, cómo no: la recreación libre, llena de licencias poéticas, de unos acontecimientos no muy lejanos en el tiempo, tristes y extraños. Pero sobre todo es el resultado, una vez más, de nuestra fascinación por esos personajes que deambulan en los límites de las sombras: extremos, amorales, profundamente apasionados. Nos sumergimos en el alma de estos seres y nos empapamos de su locura, sin juzgarlos, sin ni siquiera entenderlos. Simplemente los dejamos ser. Y todo ello, con la marca de Las Niñas de Cádiz: el HUMOR. Es la herencia de nuestra tierra, ¡qué le vamos a hacer!