Pandataria es una isla perteneciente al archipiélago de las Pontinas en el mar Tirreno y mide 1,54 kilómetros cuadrados.
En la época de la dinastía Julio-Claudia, las mujeres del imperio que no se adecuaban a las normas (adúlteras, poderosas, independientes, políticas) eran exiliadas a Pandataria para lavar la imagen de la autoridad. Julia La Mayor fue la primera y tras ella, su hija y su nieta en distintos momentos de su vida. La vida en el exilio en una isla tan pequeña y sin posibilidad de salir podía llegar a ser muy aburrida y asfixiante. Pero Pandataria, como isla-prisión llegó a representar el paraíso de los olvidados.
Y eso es Pandataria: el cajón de sastre, la isla prisión, la isla del marginado, del que no forma parte de la norma, del que viene del lote defectuoso, del que no es un ciudadano legal, la isla de los que sobran, de los que tambalean el mundo, de los que no son válidos. No hay manual de instrucciones para saber quiénes son válidos y quiénes no lo son, pero sabemos reconocer la transgresión y la apartamos, la encerramos en una isla de un kilómetro cuadrado por miedo a lo diferente.
Autor: Laila Ripoll
Director y coreógrafo: Chevi Muraday
Intérpretes: Cayetana Guillén Cuervo, Chevi Muraday, Alio Toffana, Lisvet Barcia, Basem Nahnouh y Chus Western.