Referencia pública de belleza y color, la reina Doña Sofía asistió a la apertura, en 1982, del parque que homenajea en su rótulo a los Reyes de España.
Tres puertas de entrada dan acceso a un horizonte mitad cielo-mitad verde poblado de secoyas gigantes, cipreses, cerezos, sauces y álamos, que se distribuyen con una pirueta casi matemática alrededor de la gran rosaleda central. A modo de lúdico complemento, alberga una zona de juegos infantiles, mesas de ping-pong, una pista para andar en bicicleta y otra de patinaje. Y como última declaración de principios leoneses, el viejo hórreo que aparece en la entrada, de talla simple y resistente tejado rojo.